Si tienes uno de estos síntomas:

• Encías que sangran.
• Inflamación y enrojecimiento de las encías.
• Mal aliento persistente.
• Supuración (en algunos casos más graves).
• Movilidad y/o dientes separados.

Es hora de pedir una cita en Jorge Juan Dental para una revisión completa de tus encías.

Cuando la placa bacteriana permanece en los dientes y encías demasiado tiempo, puede producir la pérdida de tejido que soporta tus dientes, llegando a la pérdida prematura de los mismos si no se realiza un diagnóstico y tratamiento adecuado.

La etapa inicial de la periodontitis es la gingivitis, que se caracteriza por la inflamación superficial y el sangrado de las encías; si no se controla a tiempo, puede evolucionar hacia lo que denominamos periodontitis, que es una fase más avanzada de la enfermedad, que cursa con la pérdida del hueso de soporte de los dientes y la formación de «bolsas» (encía despegada del diente) más o menos profundas, que se llenan de bacterias y del hueso destruido del soporte dentario. Si no se trata a tiempo, el paciente puede percibir movilidad de los dientes y esta situación de pérdida de hueso progresiva puede provocar la pérdida prematura de los mismos.

El primer paso es un buen diagnóstico mediante una exploración clínica y radiográfica. En casos más avanzados de la enfermedad haremos un estudio más completo mediante un periodontograma, que consiste en obtener unas mediciones de varios parámetros en la encía de cada diente, con el que obtendremos mucha información sobre el grado de avance de la enfermedad y que determinará cual es el tratamiento ideal para cada paciente. Para ello, contamos con el sistema más avanzado y preciso que es la “sonda computerizada florida”.

Así pues, en etapas inciales se realizará una desinfección mecánica; mediante ultrasonidos y curetas se eliminan los depósitos de sarro y placa bacteriana. Además se recomendará el empleo de unos enjuagues específicos y, en determinadas ocasiones, se recetará también tratamiento antibiótico.

En etapas más avanzadas de la enfermedad, es necesario realizar tratamiento quirúrgico sencillo que consiste en despegar las encías en las zonas más afectadas para poder desinfectar bien las raíces contaminadas por bacterias, eliminar el tejido infectado y regularizar el hueso afectado para favorecer la adaptación y “el sellado” de la encía.

A veces, nos es de gran utilidad realizar un “estudio microbiólogico” para saber con exactitud que bacterias son las causantes del problema y poder recetar así el tratamiento antibiótico más idóneo para cada paciente. También podemos hacer un test genético (las tomas de las muestras para ello no son nada invasivas, basta con un frotis de la mucosa) para evaluar si el paciente tiene especial predisposición a padecer dicha enfermedad y poder establecer así protocolos de prevención, tratamiento y evaluar los riesgos de cada paciente y su descendencia.

En todos los casos habrá que establecer un plan de mantenimiento periodontal, consistente en revisiones y limpiezas en mayor o menor profundidad, para que la enfermedad no vuelva a reproducirse ( que lo hará sin duda, si no mantenemos un buen control de placa bacteriana). Lo normal es hacer revisiones cada 3-6 meses según el caso.